Concentración para reivindicar la protección del Palmeral de Maspalomas

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El pasado sábado 29 de septiembre, un centenar de ciudadanos y ciudadanas se concentraron en el Palmeral del Oasis de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana - Gran Canaria) para denunciar el expolio que las grandes cadenas hoteleras ejercen en el espacio público con alto valor ecológico con la connivencia de todas las administraciones públicas de Canarias.

L@s manifestantes lamentan la inacción de las administraciones públicas, que lejos de defender el interés general de los canarios y canarias, se alinean con los intereses privados de las grandes cadenas hoteleras que actúan con total impunidad ocupando un espacio de alto valor ecológico.

Durante la jornada se hizo un ruta guiada en donde se explicaron los valores ambientales e históricos de la zona y la situación actual del espacio: ocupado por las grandes cadenas hoteleras y abandono del espacio público por las administraciones. Posteriormente se realizó una asamblea en donde las personas asistentes debatieron sobre la situación actual y plantearon futuras acciones.

Seguidamente se hizo la lectura del manifiesto que se expone a continuación:

El conjunto del Palmeral, La Charca, Las Dunas de Maspalomas y la propia Playa del Inglés, que conforman un ecosistema con un alarmante deterioro, derivado de este turismo depredador nada respetuoso con los valores ambientales y paisajísticos excepcionales del lugar.

El Plan General de Ordenación que finalmente se impone permite la construcción de grandes hoteles y apartamentos de cadenas como Lopesan, Riu o Sea Side Hotels, que fragmentan el continuo que constituían la charca, dunas, playa y palmeral. En 1967 el Conde de La Vega Grande construye el Hotel Oasis en pleno Palmeral, vendido a la cadena RIU en 1998. Tras la denuncia de un particular, en 1978 se dicta sentencia firme del Tribunal Supremo, que pide la demolición parcial de 202 de las habitaciones construidas sin documento que las autorizara, sentencia que 40 años después no se ha llevado a efecto. En 2012, RIU proyecta el derribo del primer hotel para la construcción de uno nuevo de cinco estrellas de mayores dimensiones.

En 2016 la Sala de lo Contencioso del TSJC (Tribunal Superior de Justicia de Canarias) reconoce el uso y dominio público del Palmeral. No obstante el Gobierno Canario continúa su política de legislar en favor de negocios privados (en este caso beneficiando a la cadena RIU y TUI), dando nueva redacción en la Ley del Suelo que tiene como objetivo sortear lo dispuesto en la sentencia del Tribunal Supremo de 1978 y la del TSJ de Canarias de 2016 e incumplir el mandato de protección del Palmeral. En 2017 RIU solicita permiso para la demolición del actual Hotel RIU Oasis y presenta el proyecto para la construcción del citado hotel, con un volumen de edificación muy superior al existente que supondrá una auténtica muralla de difícil encaje en el espacio y paisaje circundante.

El último giro de cintura de la cadena y con el cual obtiene resultados, ocurre a finales de 2017, cuando le conceden licencia del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para renovar con incremento de la edificabilidad de la estructura existente y para construir 71 nuevos apartamentos de lujo (exp. nº1600/2017) en una zona verde, pública y de alto valor histórico, medioambiental y geográfico como es El Palmeral de Maspalomas, perpetuando el uso lucrativo por parte de la promotora privada de esta área privilegiada de la isla, en perjuicio de su conservación y disfrute por parte de la población. Las comienzan en junio 2018 y han sido denunciadas ante los tribunales por el colectivo Turcón Ecologistas en Acción.

Pese a que el número de turistas que visita el archipiélago ronda los 16 millones en 2017 (1), los salarios se mantiene un 14% más bajos que el promedio del Estado español, con una tasa de desempleo superior al 20 % (la tercera más alta de todo el Estado) (2), una situación insoportable de precariedad -como se ve en las Kellys y trabajadores/as de hostelería en general- , índices alarmantes de pobreza y exclusión social y nefastos indicadores ambientales. A pesar de que las cifras lo desmienten, se continúa vendiendo por parte del Gobierno de Canarias y de las corporaciones municipales e insulares la idea de que el bienestar de la población va a venir de la mano de más hoteles y megaproyectos que consumen espacios naturales, negocios excluyentes sostenidos por un modelo fiscal que despoja de la riqueza generada al conjunto de la sociedad beneficiando a un puñado de grandes empresas.

La inacción de todas las administraciones públicas así como la corrupción y prevaricación en el poder político obliga a la sociedad civil a tomar las riendas en defensa de este enclave único, íntimamente vinculado a nuestra historia y a nuestra experiencia vital. Con ese fin, los colectivos y personas abajo firmantes nos constituimos en Plataforma por la Defensa del Palmeral del Oasis de Maspalomas y de todo el ecosistema que lo rodea, con las siguientes reivindicaciones:

- Denunciamos las graves consecuencias de esta política seguida por los partidos políticos que han ostentado y ostentan cargos en las instituciones canarias (Gobierno de Canarias, Cabildo Insular y Ayuntamiento), consistente en la ocupación indiscriminada de territorio para la industria turística que nos aboca a la desertización y el deterioro en beneficio de grandes propietarios y fondos buitre, mientras se mantiene y profundiza el empobrecimiento de nuestro pueblo, incumpliendo además lo dictado en los tribunales, en lugar de actuar con transparencia en defensa del medioambiente y el patrimonio común.

- Nos oponemos a la construcción citada en suelo declarado Zona Verde Pública, que como tal es inembargable, inextinguible e inapropiable, y solicitamos su derribo inmediato en virtud de la Sentencia del TSJ de Canarias de 12/12/ 2016 y la sentencia firme del Tribunal Supremo de 1978.

- Exigimos que se restituya esta zona a su estado natural previo a la construcción de las 202 habitaciones sentenciadas de derribo por sentencia del Tribunal Supremo) y avanzar en la protección para que toda el área sea considerada reserva natural y no sólo las dunas, las cuales ya fueron declaradas como Reserva Natural Especial por la Ley de Espacios Naturales de Canarias de 1.994.

- Llamamos a la población a organizarse y movilizarse por los objetivos mencionados y por el cumplimiento de las sentencias aludidas en este manifiesto.