L@s ecologistas rechazan la circunvalación de La Laguna y optan por la inversión en personas antes que en asfalto

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Ben Magec-Ecologistas en Acción se opone frontalmente a la construcción tanto de la vía exterior de La Laguna como de la circunvalación. El movimiento ecologista canario exige que se invierta en personas antes que en infraestructuras, que se potencien las modalidades de desplazamiento sostenibles y se pare ya el consumo de suelo. En este sentido, rechazan la construcción de cualquier kilómetro de carretera más.

La federación ecologista canaria afirma que el único modo de aliviar la congestión del tráfico, sobre todo en hora punta, es reducir drásticamente el número de coches y hacer una apuesta decidida por el fomento del transporte público de calidad y otros modos de desplazamiento no contaminantes. Asimismo, llama la atención sobre la preocupante realidad que supone que la gran mayoría de la inversión en obra pública esté destinada a la construcción de carreteras y no a la creación y/o mejora de centros hospitalarios, de salud, colegios, institutos o centros y residencias de calidad para personas ancianas.

Ben Magec-Ecologistas en Acción da un paso más allá de las polémicas entre partidos políticos o niveles institucionales por la opción de la “circunvalación” vs. la opción de la “vía exterior” del Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana de Tenerife (Pteosvam) y afirma que ni una ni otra son opciones que solucionarán el problema de las interminables colas en la isla de Tenerife. Para la federación la solución únicamente vendrá por un camino: la apuesta real y decidida por un transporte público de calidad y una moratoria en la construcción de más carreteras. A opinión de los ecologistas la situación de emergencia climática actual y la realidad del colapso de las carreteras tinerfeñas hace más que necesario un viraje de 180 grados en las políticas de movilidad.

Para la federación ecologista es una tarea de los nuevos ejecutivos (autonómico, insular y también local) revertir la dinámica de los últimos 40 años de promoción del transporte privado, de carreteras sobredimensionadas, así como la dispersión urbanística depredadora del territorio y apostar decididamente por un transporte público de calidad. Y para que esta opción sea efectiva, según el movimiento ecologista, las personas usuarias del transporte público deben ver mejorada (y no empeorada) su calidad de vida, su prestigio social y su economía en detrimento del uso del vehículo privado. Para ello es necesario la puesta en marcha de políticas públicas con este objetivo, como es la instalación de carriles Guagua/Vao en las infraestructuras ya hechas y el aumento de líneas y horarios, sin olvidar programas que faciliten la intermodalidad y campañas de concienciación sobre el uso del transporte privado. En palabras de Gabriele Bugada, portavoz de la organización “desde la ciudadanía debe exigirse que se prime la inversión en personas antes que en infraestructuras, que se multipliquen en el territorio los centros de trabajo y atención al público (todo tipo de atención, incluyendo la sanitaria y la educativa) para evitar o reducir desplazamientos y que se potencien las modalidades de desplazamientos más sostenibles, haciendo hincapié en la intermodalidad”.

Por otra parte, el movimiento ecologista advierte que “en Tenerife no podemos desperdiciar ni un metro más de suelo con capacidad para producir alimentos ya que nuestro nivel de autoabastecimiento es crítico”, tal y como se demuestra en el estudio sobre esta cuestión encargado por el Gobiernos de Canarias al equipo de Dirk Godenau en 2018. En el caso tanto de la “vía exterior” o de la “circunvalación” se afecta a uno de los suelos de mayor capacidad agrológica de Canarias, como ya expuso el equipo de la edafóloga Marisa Tejedor en 1981 y 2008. Y es por ello que desde Ben Magec-Ecologistas en Acción se rechazan ambos proyectos. En cuanto a la afección al medio natural, si bien la propuesta de vía de circunvalación no es tan impactante como el viejo proyecto de vía exterior (pues discurriría más cerca del aeropuerto de Los Rodeos), no hay que olvidar que afecta directamente a un sector relevante del Área Importante para las Aves (IBA) “Los Rodeos-La Esperanza”. Dicha IBA constituye, a día de hoy, la mejor zona de toda la isla para la avifauna propia de pastizales y cultivos cerealistas, con especies raras y/o amenazadas tales como la codorniz común (Coturnix coturnix) –nombrada “ave del año” en 2020 por SEO/BirdLife- y el triguero (Emberiza calandra), las cuales han sufrido una notoria reducción de efectivos y de su área de distribución a nivel insular e incluso regional. Por otro lado, la zona tiene relevancia para las aves migratorias de paso e invernantes, que la utilizan con regularidad, cuya lista se va engrosando de año en año. Así, el proyecto de vía de circunvalación contribuiría -según los ecologistas- a una mayor fragmentación y alteración del hábitat del conjunto de las aves presentes en el área, además de incidir muy negativamente en la calidad paisajística de este enclave tan singular.

En Canarias en general, y en Tenerife en particular, es notoriamente desorbitado el número de coches existentes. A fecha de marzo de 2019, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife habían censados 840.000 vehículos, mientras que el parque de coches de alquiler llegaba a los 31.000. Recordamos que Tenerife tiene aproximadamente 950.000 habitantes, lo que hace que prácticamente en la isla haya tantos coches como personas. Las cifras no mienten, después de Pontevedra, Tenerife es la segunda zona de España con más vehículos por kilómetro de carretera. En 2018 pasaban, de media, 110.841 coches al día por el Padre Anchieta y las colas afectaban a 200.000 personas y podían medir hasta 15 kilómetros. Ahora esta “circunvalación” o el “fantasma de la vía exterior” como lo llaman los ecologistas no viene -a su juicio- a solucionar el problema. Y para desmentir que la construcción de estos seis kilómetros resuelva la congestión del tráfico en la zona se remiten a varios estudios científicos que demuestran que aumentar el número y capacidad de las carretas aumenta el volumen del tráfico y, por tanto, de los atascos. Los estudios citados son, entre otros: la así llamada "Ley Fundamental del Colapso de las Carreteras" del doctor en Economía por la Universidad de Stanford Anthony Downs (años 60), respaldada a los pocos años por las teorías del matemático alemán Braess, luego por las propuestas de Lewis y Mogridge, así como por los informes del homólogo de la DGT en el Reino Unido (años 90), todo ello corroborado por los más recientes estudios publicados en la American Economic Review con la colaboración de la London School of Economics, cuyo análisis de los datos de todas las áreas metropolitanas de Estados Unidos a lo largo de tres décadas han confirmado que no sólo la Ley de Downs se ve respaldada por la realidad año tras año, sino que su validez puede extenderse a todo tipo de carretera urbana y hasta fuera de las horas punta. Es lo que se llama “la demanda inducida”: a más carreteras, más coches. En Tenerife, y en el caso concreto de La Laguna, Rosa Marina González Marrero (directora de la Cátedra de Economía y Movilidad de la Universidad de La Laguna) pone de ejemplo la Vía de Ronda, que en su proyección se mostraba como el antídoto definitivo a las colas que hoy y desde hace años siguen formándose y sirviendo de justificación a la construcción de nuevas y más grandes carreteras.

En materia económica l@s ecologistas señalan que “en Canarias se licita muchísima obra pública que lejos de destinarse a sostener la vida (con la construcción de más centros de salud, de educación o depuración de aguas) se vinculan a la destrucción del territorio”. Para respaldar esta afirmación señalan que en el año 2019 se han destinado casi mil millones de euros a obra pública y, pesar de que el año se haya cerrado con un ligerísimo retroceso global (del 3,3%), en el primer semestre se vivió una verdadera burbuja producto de la borrachera electoral con un incremento casi del 130% -es decir, mucho más del doble- en comparación con el mismo periodo de 2018. La gran mayoría de esa inversión fue destinada a carreteras. “En concreto, ha significado el 55% del total de la licitación pública estatal y autonómica en dicho semestre. El segundo mayor capítulo de gasto, que son las edificaciones, representa apenas llega al 20% (y nótese que no se trata de abordar el problema de la vivienda, porque la licitación en vivienda pública no ha llegado ni siquiera al 3% del total). Para que se hagan una idea, en Canarias en el primer semestre de 2019 tan solo en las carreteras se ha gastado casi veinte veces más dinero público que para infraestructura sanitaria (3,1% del total) y 42 veces más dinero que para infraestructura educativa (1,3%). En Canarias en 2019 se ha licitado obra pública por la cantidad de 453 euros por habitante, mientras que la media española es de 265 euros por habitante. Se supera en más del 70% la media nacional”.

A la vista de estos datos queda clara para la federación dónde han estado y están hoy las prioridades de las administraciones públicas y así concluyen que "sabremos que desde la administración están comprometidos con solucionar el problema del tráfico cuando una persona fuera del ámbito metropolitano tarde menos en llegar a su trabajo o centro de estudio usando el transporte público que su coche. Hasta entonces no nos creeremos ni una sola palabra sobre movilidad sostenible en Canarias, declaración de emergencia climática o intención de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los que se han comprometido en el marco de la Unión Europea y las Naciones Unidas tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo Insular de Tenerife”. Con estas palabras queda una vez más patente el rechazo de l@s ecologistas a la construcción de la vía exterior de La Laguna o de la nueva propuesta de circunvalación.