LA CRISIS DEL CORONAVIRUS PONE EN EVIDENCIA LA VULNERABILIDAD DEL MODELO ECONÓMICO CANARIO

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El COVID-19 y la situación de emergencia sanitaria en el contexto de una economía deslocalizada y altamente dependiente del exterior como la canaria pone sobre la mesa lo que el movimiento ecologista lleva advirtiendo desde hace tiempo: la insostenibilidad y debilidad de una economía totalmente dependiente del flujo turístico y de la importación de mercancías.

Ben Magec-Ecologistas en Acción manifiesta que la diversificación del tejido productivo, especialmente hacia sectores que fomenten la localización de la economía con criterios de sostenibilidad y responsabilidad social, es prioritario. Este posicionamiento lleva siendo reclamado por la federación ecologista desde sus inicios, hace ya más de 25 años, y hoy con la crisis del coronavirus queda más que respaldado. La casi total dependencia de la economía canaria en el turismo pone en una situación de especial vulnerabilidad a miles de personas trabajadoras, autónomas y pequeñas y medianas empresas cuya actividad directa o indirectamente se relaciona con este sector. En este escenario, para el movimiento ecologista, desturistificar la economía y relocalizar sectores estratégicos como la agricultura y la energía se ven más necesarios que nunca.

La actual situación de emergencia sanitaria generada por el coronavirus está teniendo consecuencias sociales y económicas de gran envergadura, con un impacto aún difícil de cuantificar. Este virus, además, está poniendo en evidencia las profundas debilidades de un mundo globalizado que es incapaz de amortiguar sus efectos de una manera socialmente justa. Los problemas derivados de la alta capacidad transmisora del coronavirus se ven potenciados por un modelo globalizado basado en el desplazamiento de personas y mercancías a toda velocidad desde cualquier parte del mundo para sostener el actual modelo económico.

El coronavirus pone de manifiesto la fragilidad de la economía canaria sostenida principalmente en el turismo y que se enmarca en un sistema económico basado en el lucro y el consumo de recursos sin límites. Se trata de un modelo que cuando crece genera gran cantidad de problemas medioambientales y sociales (contaminación, contribución al cambio climático, pérdida de biodiversidad, aumento de las desigualdades sociales, producción de residuos, etc.), pero que cuando entra en crisis, genera aún más pánico y desigualdad. En este escenario, aunque objetivamente puedan mejorar los indicadores medioambientales, las consecuencias sociales son claras: aumento aún más de las desigualdades, incremento de las cargas de trabajo en colectivos como las mujeres y aumento de las vulnerabilidades. Según la federación “cuando la economía decrece de una manera desordenada, sin planificación y sin una transición justa, como está siendo el caso del coronavirus, las más perjudicadas son siempre las mismas personas”.

Las islas Canarias, como territorios insulares, cuyas barreras físicas naturales facilita el control de la entrada de personas potencialmente transmisora del virus, se ven condicionadas por un modelo económico que es totalmente dependiente del exterior basado principalmente en el tránsito de personas y mercancías llegadas de todas partes del mundo. Este hecho lo convierte en un territorio especialmente vulnerable a los cambios de la economía mundial, más aún al tratarse de un cambio tan drástico en un reducido intervalo de tiempo sin capacidad de respuesta transitoria al modelo económico. Según la portavocía de Ben Magec-Ecologistas en Acción, “como sociedad nos encontramos en una encrucijada dado el modelo económico que tenemos, dependiente del turismo y de baja capacidad productiva para abastecer a la población de elementos de primera necesidad. Esta incapacidad y falta de actividad económica que produzca localmente lo que consumimos agudiza no sólo nuestra falta de autonomía, sino nuestra propia seguridad alimentaria”. En este sentido, desde la federación se exige que “haya un antes y un después a esta crisis del coronavirus y que se comience desde ya y de manera planificada la desturistificación de la economía canaria y se relocalice la agricultura y la energía”.

Para l@s ecologistas esta crisis sanitaria está forzando una reflexión en la sociedad canaria sobre la necesidad de replantear el modelo social y económico del archipiélago. Para la federación se debe poner en valor los servicios públicos que garanticen el estado del bienestar frente a la actual tendencia privatizadora, potenciar la producción local que permita la diversificación de la economía con criterios de sostenibilidad frente a la total dependencia del exterior, estimular hábitos de consumo responsable y poner en el centro de las políticas públicas los cuidados de las personas y de la naturaleza.

Finalmente, Ben Magec-Ecologistas en Acción se une a la ola de agradecimientos al personal sanitario por su encomiable trabajo, pero también a todas aquellas personas que con sus servicios y cuidados, ya sean remunerados o no, aportan en el mantenimiento y reproducción de la vida. Agradecimiento, por último, que extienden a la ciudadanía en general, que con sus iniciativas y de manera responsable están aportando su granito de arena para que esta crisis se resuelva de la mejor manera posible.