Tiburones en peligro y medidas que llegan tarde: el caso del marrajo en el Estado español

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- El Ministerio de Transición Ecológica, con el acuerdo del Ministerio de Agricultura y Pesca, ha establecido una cuota cero para el marrajo (Isurus oxyrinchus) a partir de 2021: no se puede desembarcar ni comercializar.

- Ecologistas en Acción celebra esta medida pero señala que llega tarde, ya que la ciencia lleva años alertando de la grave situación en la que se encuentra la población y de la urgencia de la aplicación de esta medida.

- La flota de pesca española lidera las capturas del tiburón marrajo dientuso del Atlántico Norte, por lo que la organización ecologista demanda que el Gobierno se coordine con sector pesquero y científico para elaborar un plan de gestión de la pesquería adecuado que ayude a reducir las capturas accidentales.

De acuerdo con un datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el Estado español ha sido tradicionalmente uno de los mayores productores de tiburón del mundo solo después de India e Indonesia. La mayor parte de sus capturas se han exportado al comercio asiático en forma de aletas de tiburón congeladas.

Los grandes tiburones pelágicos se pescan mayoritariamente de manera accidental por diferentes tipos de flotas. Sin embargo, se consideran una captura valiosa, como es el caso de la flota palangrera del Atlántico dirigida al pez espada, en la que las capturas incidentales de tintorera (Prionace glauca) y marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus) han contribuido de manera significativa en la economía de la flota durante las últimas décadas, convirtiendo a dichas especies en objetivos alternativos.

Según un reciente estudio publicado en Nature, desde 1970 las poblaciones de tiburones y rayas han disminuido un 71 %, coincidiendo con unas capturas comerciales que se han triplicado: 24 de las 31 especies del estudio están en peligro de extinción, incluyendo el marrajo dientuso. Asimismo, el estudio señala que la prohibición estricta de sus capturas es urgente para evitar el colapso de las poblaciones de tiburones, esenciales para mantener la salud de los ecosistemas marinos a largo plazo.

Una especie en declive

Según cifras del ICCAT (organismo encargado de gestionar las poblaciones de tiburones, túnidos y peces espada), la pesca del stock de marrajo del Atlántico Norte, está liderada por la flota palangrera española, responsable de más de la mitad de sus capturas en la última década.

La especie tiene un valor económico añadido, ya que además de su exportación al comercio asiático, es valorada por su carne en diferentes países de la UE y es de interés para la pesca recreativa. Además, ciertas de sus características biológicas -un lento crecimiento unido a una madurez tardía y escasa fecundidad- le hacen una especie especialmente vulnerable a la actividad pesquera.

Desde 2018 la especie está considerada «en peligro» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En 2019 fue incluida en el apéndice II de la La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (conocida como CITES) para restringir su comercialización, requiriendo la autorización específica de una Autoridad Científica del Estado para su exportación.

Siguiendo las recomendaciones del ICCAT, en 2020 se dio una cuota máxima de 350 toneladas a la flota de palangre española y para 2021 el Ministerio de Transición Ecológica, con el acuerdo del Ministerio de Agricultura y Pesca, ha establecido una cuota cero: el marrajo dientuso no se puede desembarcar ni comercializar.

Para Ecologistas en Acción esta es una gran noticia, aunque las medidas llegan tarde. «La ciencia lleva desde 2017 recomendando el cese de sus capturas, y la implementación de medidas para terminar con la pesca accidental de la especie», aseguran desde la organización.

A su vez, Ecologistas en Acción advierte que, tal es el declive del stock, que según evaluaciones realizadas por los científicos del Comité Permanente de Investigación y Estadísticas del ICCAT, aún prohibiendo el total de sus capturas a partir de 2021, no se prevé la recuperación de las poblaciones del Atlántico Norte hasta 2045 con un 53 % de probabilidad.

Alberto García, portavoz del Área Marina de Ecologistas en Acción, concluye: «es necesaria la adecuada coordinación entre los dos ministerios, el sector pesquero y los científicos, para que se implementen las medidas necesarias de control y selectividad en la pesca de palangre y se acabe, por fin, con el declive de las poblaciones de tiburones».

90 toneladas de marrajo bloqueadas en Galicia

El pasado jueves 28 de enero se reseñó en prensa la prohibición de la comercialización de 90 toneladas de marrajo dientuso que los pescadores de palangre gallegos habían acumulado durante 2020. En el artículo alegaron «que se habían quedado atónitos» tras la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de «destruir 90 toneladas» de marrajo que ya estaban pescados y congelados, en un momento de crisis económica para el sector a causa de la situación de pandemia.

En este conflicto entre el Gobierno central y los palangreros, Ecologistas en Acción apoya la posición del Gobierno y se opone a que las 90 toneladas de marrajo sean comercializadas. «Incluso si esas 90 toneladas hubiesen sido capturadas dentro de la cuota permitida para 2020, es decir, dentro de la legalidad, al Miteco le corresponde decidir si se aprueba o no su venta, de acuerdo con los criterios que marca el convenio CITES. No podemos seguir consintiendo la venta de especies en peligro», afirma Cecilia del Castillo, responsable de Pesca de Ecologistas en Acción.

No obstante, Ecologistas en Acción no entiende que, en plena crisis social, se desperdicien 90 toneladas de pescado. «El Gobierno debería ponerse de acuerdo con los palangreros para dar salida a lo que ya está pescado y congelado, y donarlo por ejemplo a comedores sociales», propone. Al mismo tiempo, advierte de que el marrajo puede presentar concentraciones de mercurio por encima de los niveles recomendados para su consumo, tal y como evidencia la guía de las especies de peces más contaminadas por mercurio de Ecologistas en Acción. Por lo tanto, debería consumirse como mucho una vez al mes y evitarse su consumo por parte de niños menores de 15 años y mujeres embarazadas o en estado de lactancia.