MANIFIESTO CONTRA LA INTRODUCCIÓN DEL GAS EN CANARIAS

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Todo el planeta se encuentra en un proceso de transición energética para hacer frente al calentamiento global. Este proceso intenta poner fin a la emisión de gases contaminantes GEI, pero avanzamos más lentamente de lo que sería conveniente.

En las islas, disponemos de recursos naturales y condiciones excepcionales para poder afrontar este proceso de Transición a las renovables de forma exitosa y rápida. Y la sociedad canaria, ciudadanos, poderes públicos e instituciones, nos encontramos actualmente en un proceso de debate apasionado sobre cuáles son las estrategias más adecuadas para llevar a cabo este proceso. En este sentido, el Gobierno y el Parlamento de Canarias decretaron la emergencia climática y desde el Ejecutivo se asumió un proceso participativo para desarrollar la normativa para luchar contra el cambio climático.

Y en este proceso, un Decreto del Gobierno de España nos introduce una disposición, la liberalización de las regasificadoras en Canarias, que pretende encorsetar este proceso de Transición a las renovables. Y lo hace de una forma inaceptable, como un añadido extraño al contenido de una norma que comprende un conjunto de medidas para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania.

El objetivo central de esta disposición sobre Canarias es que sea el gas el nuevo combustible fósil que alimente los grupos de las centrales térmicas. Esta decisión del Gobierno de España nos parece del todo inapropiada, al ligar y condicionar todo el proceso de Transición energética a un nuevo elemento, el gas natural, que más que aportarnos soluciones para los problemas técnicos y políticos que se nos van presentando en este proceso de abandono de los combustibles fósiles hacia las renovables, se convierte en una pesada losa para nuestras aspiraciones de librarnos definitivamente de estos.

Las organizaciones y personas abajo firmantes pedimos a nuestros representantes diputados y senadores canarios, así como al Gobierno canario, que realicen todas las gestiones necesarias para conseguir la retirada de esta Disposición Adicional, eliminando los incentivos a perpetuar en el tiempo un modelo energético mayoritariamente basado en combustibles fósiles que desincentiva la integración de las energías renovables en el sistema.

MOTIVOS por los cuales consideramos que la introducción del gas en este momento es una decisión errónea:

  1. La logística del gas natural es compleja, requiere de altas inversiones en puertos, en almacenamiento, en conducciones, su transporte es sofisticado y caro. La dimensión de estas inversiones hace que esta decisión estratégica no tenga carácter transitorio sino que hace que esta fuente de energía, el gas, se introduzca con vocación de permanencia en nuestras islas. Lógicamente las empresas que instalen estas infraestructuras exigirán poder explotarlas hasta que se agote su vida útil, y las leyes internacionales protegen esta pretensión. Con lo cual estas instalaciones bloquearán que nuestra Transición energética se lleve a cabo con la rapidez necesaria y posible.
  2. La implantación de estas infraestructuras tardaría su tiempo en implantarse por su complejidad, sin olvidar el estudio de impacto ambiental que requiere, tiempo y recursos preciosos para aumentar la penetración de renovables en nuestro archipiélago y hacer innecesario la introducción de este nuevo combustible
  3. El gas es actualmente un combustible caro, escaso y volátil que en los últimos doce meses ha subido su precio un 651%.
  4. La reciente decisión de la Comisión europea, fruto de la presión de los lobbies energéticos, de incluir el gas en la taxonomía verde europea permite que las inversiones en instalaciones de este contaminante combustible pueda competir con las auténticas renovables en los fondos europeos destinados a la Transición, con lo cual se puede agudizar el retraso de la transición.
  5. El actual panorama bélico en Ucrania, las tensiones existentes en el norte de África, y la dependencia actual de proveedores lejanos como EEUU o Qatar, se suman al panorama mundial de escasez del gas y demás combustibles fósiles. Optar por el Gas Natural Licuado que traería este producto en grandes barcos metaneros es una decisión que más parece responder a la actual coyuntura internacional que a un plan energético a largo plazo para Canarias.
  6. Esta decisión de apostar por el gas supone para Canarias una nueva dosis de incertidumbre al hacer depender el suministro eléctrico de sus ciudadanos y de su economía de una materia prima que se encarece por momentos y cuya demanda a nivel mundial está muy disputada.
  7. Canarias aspira a un modelo energético que además de no emitir gases de efecto invernadero, dependa de nuestros propios recursos. Y esto es perfectamente posible con las energías renovables. Actualmente el suministro eléctrico está sujeto a las cuantiosas subvenciones que recibe UNELCO-ENDESA por la compensación de los sobrecostes por la compra de combustibles para la generación eléctrica en sus centrales en las islas. Con esta errónea decisión de optar por el gas fósil este modelo se prorroga indefinidamente. Aspiramos a cambiar ese modelo de dependencia que nos hace tan vulnerables.
  8. El momento elegido para tomar esta decisión nos deja a todos estupefactos, optar por el gas precisamente ahora, cuando observamos cómo este combustible se ha convertido en una de las principales armas geoestratégicas de gobiernos y otros centros de poder para hacer valer sus intereses, en un escenario mundial confuso y violento, nos parece un despropósito. Además Canarias no es precisamente un actor relevante en este contexto.
  9. Por otro lado, el gas como los otros combustibles fósiles se encuentran en un proceso imparable de descenso de sus reservas, por lo que su precio no dejará de crecer y de aumentar su volatilidad.
  10. Por último, es inaceptable la forma utilizada para tomar esta decisión que refleja una falta de talante democrático y una falta de confianza en la descentralización del Estado, pues en todo caso sería el Parlamento de Canarias quien debiera tomar una decisión de calado como ésta, y estamos seguros que no lo hubiera hecho.