BEN MAGEC DICE NO A LA GUERRA, Y SE SUMA A LAS PETICIONES DE DESMILITARIZACIÓN DEL CONFLICTO EN UCRANIA Y A LA RETIRADA INMEDIATA DE LAS TROPAS RUSAS

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El pueblo canario manifiesta una vez más estar en contra de la violencia y la guerra, algo en lo que nos venimos reafirmando desde el 12 de marzo de 1986, fecha en la que mayoritariamente dijimos como pueblo NO a la OTAN. Ello nos lleva a mantenernos en la misma postura ante la irrupción del ejército ruso en Ucrania, desencadenando una guerra abierta, lo que destapa todos los peligros que hasta ahora estaban larvados, conduciéndonos a un escenario imprevisible de dolor y destrucción.

La presencia de efectivos militares del Estado español en la zona del conflicto hace más necesaria que nunca la exigencia de poner fin a este enfrentamiento armado, retirar las tropas desplegadas, desmilitarizar toda la zona y buscar soluciones basadas en el diálogo y la negociación. El complejo militar industrial del Estado español y el ardor guerrero de la ministra de Defensa nos ha arrastrado a un conflicto que tiene todas las perspectivas de salir mal.

Es evidente la responsabilidad del autócrata Putin en la escalada bélica, pero no se pueden hurtar tampoco los intereses militaristas de la OTAN para seguir manteniendo una hegemonía mundial, continuar con el rearme y basar toda su estrategia en la distribución de zonas de influencia, como si estuviéramos en una nueva edición de la guerra fría.

Desde la Federación Ecologista Canaria Ben Magec-Ecologistas en Acción creemos que la solución pasa por la desmilitarización. Los afanes expansionistas de los actores en el conflicto solo pueden traer tragedia, sufrimiento y muerte. La llamada seguridad internacional se basa en la defensa de los intereses de unos pocos: las élites, pisoteando la dignidad y los derechos de las personas. Como recalca el Centro Delàs de Estudios para la Paz, “la transición ecológica pasa necesariamente por procesos de desarme y desmilitarización: reducción del gasto militar mundial, conversión de la industria armamentística en industria de energías renovables, y desmantelamiento del arsenal nuclear”.

La paz global pasa por la desmilitarización y el desarme internacionales. Alimentar la industria de la “Defensa” y reforzar las alianzas militares forma parte de las soluciones equivocadas. Necesitamos que los gastos militares mundiales sean trasvasados a la financiación de políticas de seguridad para la paz. Para lograr nuestro objetivo de un mundo en paz, rechazamos las respuestas militares a las crisis regionales y mundiales; éstas son parte del problema no parte de la solución.

Nos negamos a vivir bajo el terror de las armas nucleares, y rechazamos la carrera de armamentos. Tenemos que reducir los gastos militares, dirigiendo estos recursos a satisfacer las necesidades humanas. Debemos cerrar todas las bases militares extranjeras. Nos oponemos a todas las structuras militares utilizadas para intervenciones bélicas. Debemos democratizar y desmilitarizar las relaciones entre los pueblos y establecer nuevas formas de cooperación pacífica para construir un mundo más seguro y justo.

No a la guerra – No a la agresión rusa.

No a la OTAN.

Pie de foto: En breve se cumplirán 36 años del pronunciamiento mayoritario del pueblo canario contra la OTAN y las geurras.