BEN MAGEC-ECOLOGISTAS EN ACCIÓN RECHAZA QUE EL GOBIERNO DE CANARIAS PREMIE AL HOTEL RIU OLIVA BEACH, PENDIENTE DE DEMOLICIÓN Y OCUPANDO EL ESPACIO PROTEGIDO DE LAS DUNAS DE CORRALEJO

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El hotel, ubicado sobre las Dunas de Corralejo y pendiente de demolición por incumplir las condiciones de su concesión en el dominio público, recibió el premio “Turismo Islas Canarias a la Proyección Internacional’ por ser “pionero en la apertura al mercado turístico europeo”.

El Gobierno de Canarias, liderado por Fernando Clavijo (Coalición Canaria), ha otorgado el galardón “Turismo Islas Canarias” a la Proyección Internacional del Archipiélago al hotel RIU Oliva Beach, un establecimiento cuya concesión sobre dominio público se encuentra caducada e inmerso en un proceso que puede confluir en la demolición del edificio a causa de los reiterados incumplimientos de la normativa y las condiciones de la concesión.

El complejo hotelero Club Oliva Beach Resort se encuentra en un espacio natural situado sobre las Dunas de Corralejo, al noreste de la isla de Fuerteventura, y conformado por un sistema dunar vivo de excepcional valor natural y paisajístico, como acredita el hecho de que sobre el mismo recaigan al menos cuatro figuras de protección: Parque Natural, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) perteneciente a la Red Natura 2000, Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

En 2007 se autorizó a la cadena a realizar obras de rehabilitación y mantenimiento, siempre y cuando no implicaran un aumento de volumen de la construcción existente, condición que RIU incumplió y fue sancionada en 2008 por una infracción grave y la exigencia de recuperar el estado anterior del hotel. En 2020, doce años después, se notificó a RIU que las obras declaradas ilegales no eran legalizables y se le volvió a exigir que la edificación volviera a su estado anterior en un plazo de dos meses, exigencia que también incumplieron.

El total de las obras ilegales asciende a 2.996,92 metros cuadrados y comprenden solarium, jacuzzis y nuevas habitaciones, así como reformas y usos no autorizados en la concesión, como gimnasios, peluquería y salas de masaje. Además, la planta depuradora se encuentra en estado de ruina, vertiendo directamente al mar el agua residual en bruto a través de un emisario submarino.

La Federación Ecologista Canaria Ben Magec-Ecologistas en Acción lamenta que el Gobierno canario conceda este tipo de reconocimientos a empresas que no cumplen con la legalidad y participan en el deterioro de los espacios naturales protegidos de las islas. “Es inaceptable que se premie al RIU Oliva Beach y que la proyección turística internacional de Canarias sea la permisividad y la ilegalidad dentro de los espacios protegidos”, apunta Eugenio Reyes, portavoz de Ben Magec.