ECOENER EL NUEVO SEÑOR Y PATRONO DE LA ENERGÍA FOTOVOLTAICA DEL NOROESTE DE GRAN CANARIA

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Turcón Ecologistas en Acción presenta alegaciones ante la Dirección General de Energía, de la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias sobre la “Instalación Solar Fotovoltaica Amagro de 2 MW”, en el Término Municipal de Gáldar, promovida por la entidad Herdanera, S.L., filial plena de ECOENER.

El proyecto es una nueva instalación solar fotovoltaicas sobre suelo rústico con una potencia de 2,4 MWp que afectan a una superficie ocupada, sólo por la instalación fotovoltaica, de unas 6,1 hectáreas, sobre suelo rústico de muy alto valor agrícola productivo actual y potencial y clasificado como SUELO RÚSTICO DE PROTECCIÓN AGRARIA INTENSIVA por el PGO de Gáldar. A su vez esta instalación termina afectando a unas 6,9 hectáreas de suelo de los municipios de Gáldar y Agaete si se toma en consideración la afección de la línea de evacuación.

Esta instalación se suma a los otros 4 macroproyectos planteados de instalaciones solares fotovoltaicas sobre suelo rústico de unos 8 MWp en total (4 proyectos de 2 MWp cada uno) y que afectan a una superficie de unas 11,7 hectáreas, también sobre SUELO RÚSTICO DE PROTECCIÓN AGRARIA INTENSIVA. Promovidas por ECOENER, a través de otra sociedad dependiente, Hierba Muda, S.L., con la denominación de El Barrial, Anso, Gáldar y Marmolejos.

En total, con los 5 proyectos se instalan más de 10 MWp fotovoltaicos y se transforman casi 18 hectáreas de suelo agrícola productivo y de alta protección, de forma permanente e irreversible.

No hay que olvidar que estas instalaciones también tienen como consecuencia la promoción, por parte de ECOENER, de líneas de evacuación de media tensión (22 kV), una nueva Subestación Eléctrica en Agaete y una nueva línea eléctrica de 66 kV desde esta nueva Subestación, con un recorrido de casi 10 kilómetros, hasta la Subestación Eléctrica de Guía, todo ello con un impacto ambiental y paisajístico inasumible.

El espacio agrícola que se pretende transformar de forma irreversible se encuentra entre el Barranco de El Juncal y la zona conocida como Costa de Botija.

Como ya se indica en el propio Plan Insular de Ordenación de Territorio de Gran Canaria (PIO/GC), la finalidad de ordenación de esta zona es la preservación de la actividad agrícola existente frente a otros usos diferentes o ajenos a la actividad agrícola, la conservación y mejora de los paisajes agrarios y de los elementos naturales y patrimoniales existentes. Por otra parte, esta zona se encuentra integrada en un Área Agrícola de Valor Estructurante, considerada un Área de Interés Insular dentro de las Acciones Estructurantes previstas por el PIO/GC.

La ejecución de estas instalaciones va a destruir las infraestructuras existentes de carácter hidráulico, de acceso, o de cualquier otro tipo, al servicio de la explotación agrícola. Y, por otro lado, el porcentaje de ocupación de todas las infraestructuras de nueva creación (incluyendo las plataformas de montaje, zonas de operación y otros elementos) será inasumible en relación a la superficie total del área estratégica considerada, y a la superficie cultivada en la actualidad que va a ser transformada.

Esta instalación no está prevista en el planeamiento municipal y, por tanto, la implantación de estas plantas de generación de energía fotovoltaica en SUELO RÚSTICO DE PROTECCIÓN AGRARIA INTENSIVA no procede autorizarla, ni declararla de interés público y social.

No es de recibo que el interés particular de un grupo financiero especulativo como ECOENER, a través de diferentes sociedades dependientes al 100%, esté por encima del ordenamiento municipal, insular y del interés general y social de preservar un área agrícola estructurante.

Por tanto, “No procede la ocupación de Suelo Agrícola con Instalaciones de Energías Renovables, las cuales sólo podrán autorizarse como uso complementario en las cubiertas de instalaciones, construcciones y edificaciones existentes.” Por lo tanto, deben estar asociadas a cubiertas de edificios preexistentes, pérgolas o invernaderos en producción y destinadas a satisfacer las demandas energéticas de las fincas en cuestión con suministro a red de excedentes.

El desarrollo de las instalaciones fotovoltaicas sobre cubiertas y espacios urbanos y urbanizables en el área de Agaete, Gáldar y Santa María de Guía cubre con creces las posibilidades de diversificación de fuentes energéticas. Por otro lado, este modelo aporta más estabilidad al sistema eléctrico de Gran Canaria que las macrohuertas fotovoltaicas que pretende ECOENER. Las instalaciones promovidas por ECOENER están alejadas de la demanda de energía eléctrica y, por tanto, necesitan la infraestructura de transporte de energía a distancia, con una línea de alta tensión, que no haría falta con otro modelo. Se necesitan instalaciones integradas con la demanda de energía y almacenamiento distribuido, y de forma efectiva, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en las centrales termoeléctricas de Gran Canaria.

Este modelo descentralizado sobre cubiertas y asociado a la demanda de energía eléctrica se traduce en mayores beneficios percibidos por la población local y mayores posibilidades de inversión de las pymes canarias, la mayor creación de puestos de trabajo especializados y la consolidación de un tejido empresarial en sectores tecnológicos vinculados a las energías renovables, que las macroinstalaciones fotovoltaicas centralizadas en pocas manos como es el caso de ECOENER, no aportan.

Por tanto, la propuesta de IF de Amagro debe reconsiderarse integrada en la red existente de media y baja tensión, resultando totalmente congruente con el fomento de las energías renovables por el que apuesta el Plan de Transición Energética de Canarias (PETCAN), donde se indica que “las energías renovables contribuyen simultáneamente a mejorar la seguridad del aprovisionamiento, tienen un impacto medioambiental menor, tienen un carácter descentralizado, lo que favorece su incorporación en sistemas insulares y zonas aisladas, y tienen también un importante componente social en materia de yacimientos de empleo”.

Ya en un tercer apartado de la alegación se incide en cómo almacenar y fijar carbono; se dice, no hay que olvidar que los microorganismos del suelo juegan un papel fundamental en la descomposición de la materia orgánica en el suelo y el reciclado de nutrientes y, finalmente, secuestro y almacenamiento de carbono. Todo ello sin contar la capacidad de fijación de carbono a través de la agricultura ecológica, aporte de materia orgánica, renaturalización de suelos y reforestación, así como la capacidad de secuestro de carbono aplicando elementos de mejora como el BIOCHAR.

Son cruciales para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, la producción agrícola y la seguridad alimentaria, preservando la naturaleza y la biodiversidad, y son vitales para alcanzar los objetivos clave del Pacto Verde Europeo.

La Estrategia de la UE para el Suelo para 2030 establece la visión de tener todos los suelos en condiciones saludables de aquí a 2050. La UE viene alertando que la ocupación y sellado del suelo, como el que se realiza con las macroinstalaciones fotovoltaicas sobre suelo rústico. Los suelos sanos son esenciales para lograr la neutralidad climática, una economía limpia y circular, revertir la pérdida de biodiversidad, proporcionar alimentos saludables, salvaguardar la salud humana y detener la desertificación y la degradación de la tierra.

Queda evidenciado que la estrategia que se promueve con este tipo de instalaciones de plantear el territorio como mero solar para la producción energética es totalmente contradictoria con las políticas que promueve la Unión Europea en relación al suelo. Cuando se proponen instalaciones o infraestructuras de energías renovables sobre suelo, se está olvidando que se está perdiendo, a largo plazo, la capacidad de albergar carbono de ese suelo y de drenar agua. Razones de más para prohibir cualquier tipo de instalación de energías renovables, especialmente de energía solar fotovoltaica sobre suelo.

Los suelos contienen más carbono orgánico del que contienen la atmósfera (760.000 millones de toneladas) y la vegetación (560.000 millones de toneladas). Se estima que el suelo capta anualmente alrededor del 20 % de las emisiones de CO2 producidas por el ser humano en el mundo.

Para hacernos una idea del drama que supone seguir con la política de implantación de energías renovables que promueve el PTECAN 2030, destacar que, en promedio, una hectárea de pastos en un suelo mineral contiene 160 toneladas de carbono por hectárea en los primeros 30 cm, mientras que las tierras de cultivo contienen alrededor de 110 toneladas de carbono por hectárea, que son liberados en el momento de ocupar y transformar los suelos por parte de las macroinstalaciones fotovoltaicas.

Por tanto, en cuanto a los criterios para la ubicación geográfica de las instalaciones se deberá incluir como Criterio 1, las orientaciones de la UE de protección de suelo como elemento principal de almacenamiento y fijación de carbono en la naturaleza y, por tanto, evitar su transformación u ocupación con instalaciones de energías renovables, especialmente fotovoltaica sobre suelo.

Por todos los argumentos evidenciados l@s ecologistas de Turcón Ecologistas en Acción solicitan no se considere o rechace la declaración de interés público del proyecto de Planta Solar Fotovoltaica Amagro de 2,4 MWp de potencia, así con las infraestructuras asociadas, como la línea de evacuación ubicadas en suelo de Protección Agrícola Intensiva del municipio de Gáldar, todas ellas promovidas por la entidad mercantil HERBANERA S.L. (dependiente al 100% de ECOENER). Por lo dicho no se debe autorizar este proyecto.